5 Motivos para dejar que tu hijo estudie en el extranjero

Todos sabemos cuánto adoras ver a tus hijos crecer, cambiar, aprender y desarrollar sus propias opiniones. Pero también puede que te sientas nervioso al verlos dirigirse hacia la adultez, deseando poder mantenerlos bajo tu cuidado toda su vida. No es fácil ver a tus niños convertirse en adultos, pero ¿sabes qué es más difícil? no dejar que se conviertan en la mejor versión de ellos mismos. Junto con una educación, nutrición y amor, pasar tiempo estudiando en el extranjero es una inversión invaluable en el futuro de tus hijos, especialmente en el mundo globalizado y complejo en el que vivimos.

Incluso si tu no tuviste la oportunidad de viajar, estudiar o vivir en el extranjero cuando fuiste joven, aquí hay cinco razones para darle esta oportunidad a la siguiente generación:

1. Déjalos conocer su “tribu”

Tan cómodo como tu hogar, calle, ciudad y vida puede ser, el mundo es mucho más grande que nuestras vidas e interacciones inmediatas. Investigaciones demuestran una y otra vez que las relaciones, más que la riqueza o el status social, son instrumentos para aumentar nuestra felicidad. Para los jóvenes, la búsqueda para encontrar a su “gente” es algo constante. Los grupos sociales lo son todo cuando se está creciendo y su apoyo (o falta de él) afecta el entendimiento de su persona y de su papel en el mundo. Es maravilloso que tu hijo tenga personas importantes en su hogar, ya sean sus padres, familiares y amigos, pero hay una diferencia entre nuestra “tribu” y las personas que nos rodean en nuestra vida diaria. Las personas que conforman la “tribu” de tu hijo o hija son aquellos que comparten intereses, metas comunes y aumentan su autoestima.

Gracias a viajes y estudios en el extranjero los jóvenes pasan tiempo con otras personas que comparten sus valores e inter

eses de manera natural. Este periodo de tiempo en la vida de una persona joven puede ser tan intenso como desafiante y es común que se mantenga unido a su “tribu” por el resto de su vida.

2. Ayúdalos a sentirse como en casa, en cualquier lugar, con cualquier persona

Si hay una cosa en la que los estudiantes de intercambio, expatriados, y viajeros de mucho tiempo están de acuerdo es en la sorprendente realización de que, a pesar de las diferencias culturales y lingüísticas, los humanos somos iguales. Tal vez durante tu adolescencia o adultez temprana no lo aprecias. En la superficie, desde lejos, o a través de las noticias o la luz de tu teléfono, puede parecer que hay pocas similitudes entre una persona de China, Singapur, Australia, Estados Unidos, Francia, Argentina, Sudáfrica y tú. Pero deja que tu hijo experimente la vida, estudie y haga amigos con personas de alguno de esos lugares (¡o cualquier otro!), solo siéntate y mira como su mundo se ensancha y la empatía con los otros se multiplica.

3. Impúlsalos a mejorar sus habilidades lingüísticas

No hay mejor manera de aprender un idioma y tener más confianza al comunicarse, que pasar tiempo en el extranjero. La lecciones de vida y del idioma son invaluables y, tanto en el mundo actual como en el mercado laboral, ser bilingüe – y multicultural – es mejor. Esto significa que las personas que no dominan al menos un segundo idioma – y el entendimiento cultural que conlleva – corren el riesgo de quedarse de lado en el ambiente internacional. Los beneficios de aprender un idioma son infinitos: desde incrementar tu actividad cerebral, reducir el riesgo de demencia y la oportunidad de tener un futuro internacional.

4. Haz que el planeta se sienta más pequeño y las oportunidades más cerca

Siguiendo este primer salto a la vida internacional, las oportunidades se vuelven más fáciles de imaginar. Créenos; el sentimiento de nerviosismo que sienten tus hijos al inicio desaparecerá entre más se sumerjan en la experiencia de vivir en el extranjero, y después, demostrarán su interés en nuevas cosas. Esta confianza viene de romper con la idea de que somos diferentes (ver punto 2) y de la motivación obtenida al superar un obstáculo.

5. Conviértelos en líderes

Ahora, más que nunca, las personas están política y socialmente dividida. En muchos rincones del mundo, las emociones y preocupaciones van en aumento. Tus hijos son parte de la siguiente generación de pensadores, políticos, padres, líderes y agentes de cambio cuyas contribuciones dirigirán el curso por el resto del siglo. Los jóvenes necesitan estar equipados con habilidades para contribuir de manera efectiva a la formación del mundo que heredarán; estudiar en el extranjero es una forma maravillosa de ayudarlos a desarrollar estas habilidades.

Los viajes, la inmersión cultural y el aprendizaje de un idioma alienta la independencia, creatividad, pensamiento creativo, apertura de criterio, solución de problemas, interacción social y habilidades comunicativas; lo que contribuye en la formación de líderes, pensadores y ciudadanos capaces de pensar críticamente y contribuir positivamente.