¿Cómo irse de intercambio?

La forma más fácil de irse de intercambio es a través de un proveedor de intercambios. Si quieres saber cómo hacer un intercambio, este tipo de empresas son las que mejor pueden aconsejarte sobre la elección de destino, la duración y el tipo de intercambio más conveniente. Una vez reservado tu intercambio, ellos te buscan una familia anfitriona y organizan toda la logística. Emplear un proveedor de intercambios lo simplifica todo porque ofrecen un servicio completo, de principio a fin. Nosotros llevamos haciendo intercambios de idiomas desde 1965 y hemos visto de todo.

Cuestiones clave sobre cómo organizar un intercambio:

  1. Dónde ir: el destino influye en el precio y el idioma, pero además determina muchas otras cosas. Elige un destino apropiado para tu edad y el tipo de actividades que deseas realizar.
  2. Duración: la parte más complicada de un intercambio es el principio. Adaptarse cuesta trabajo y más aún si es tu primer intercambio. La experiencia resulta más productiva mientras más prolongada sea tu estancia, así que debes considerar cuidadosamente la duración del intercambio antes de decidirte.
  3. Qué hacer: estando lejos de tus amigos y tu familia, te puede parecer que los días pasan muy lentamente. Elige un intercambio estructurado (con clases de idiomas, actividades deportivas, etc.) para mantener a raya el aburrimiento.

Hay quien organiza sus propios intercambios. Esto es perfectamente factible, en especial, si has ido de intercambio antes y tienes contactos en el extranjero. Para organizar un intercambio por tu cuenta, tienes que encontrar una familia anfitriona y coordinarte directamente con ellos. Hay sitios web que te ayudan a encontrar familias interesadas en hacer intercambios, bien recíprocos o a cambio de dinero. Puedes crearte una cuenta y ver si encuentras a la gente apropiada.

Si te estás planteando cómo viajar de intercambio, no dudes que merece la pena hacerlo al menos una vez en la vida, tanto si organizas tu intercambio con nosotros como si lo haces a través de otro proveedor o por cuenta propia. Los adultos suelen recordar con cariño aquel intercambio que hicieron hace veinte, treinta ¡o incluso cuarenta años! No hay ninguna experiencia que se le parezca.