¿Cómo estudiar para un examen de inglés?

Todos los exámenes de inglés son diferentes. Para saber cómo prepararse para un examen de inglés, lo primero es investigar las pruebas que incluye. En concreto, debes saber:

  • Qué habilidades se evalúan.
  • Cómo se puntúa el examen.
  • De cuánto tiempo dispones.

Nuestra guía de exámenes de inglés reúne información detallada sobre los principales test estandarizados (TOEFL, IELTS, Cambridge, etc.), pero si vas a hacer otro examen de inglés, tendrás que investigar por tu cuenta. Una vez que sepas cómo funciona el test, podrás empezar a estudiar. Esto es lo que te aconsejamos:

  1. Estudia lo que entra en el examen. Esto puede parecer evidente, pero te sorprendería la cantidad de gente que, con la excusa de estudiar para un examen de inglés, se lanza a hacer test en Internet a lo loco, se pone a ver Netflix sin subtítulos o rescata sus notas del curso de hace 2 años. Un adecuado conocimiento general del idioma no te va a perjudicar, pero puedes dedicarte a ello después del examen. Debes enfocar tu energía en aprender el material que con toda seguridad entrará en el examen.
  2. No tengas miedo de memorizar. Aprender inglés incluye memorizar nuevo vocabulario, expresiones y modismos. Si te los pueden preguntar, tienes que aprenderlos. Las tarjetas de memoria (o las aplicaciones con tarjetas) pueden resultarte útiles. Recordarás las cosas más fácilmente si dedicas periodos breves a memorizarlas y revisarlas a lo largo del día. Por ejemplo, dedicar 3 minutos 5 veces al día es mejor que 15 minutos de una sola vez.
  3. Los exámenes de práctica son tus aliados. Si vas a hacer un examen estandarizado de inglés, puedes comprar exámenes de práctica de ese test. Te ayudarán a sentirte más cómodo con el estilo de las preguntas y los criterios de puntuación. Si el examen de inglés para el que estás estudiando no está estandarizado, intenta conseguir copias de las pruebas de convocatorias anteriores con claves de respuesta, o trabaja con un compañero para haceros test de práctica el uno al otro. Lo mejor de los exámenes de práctica es que no solo te ayudan a estudiar: también hacen que estés más relajado el día del examen.
  4. Maximiza tu puntuación. Hay exámenes de inglés donde te restan puntos por los errores, pero no te penalizan si no respondes. En algunos, la última prueba es la que más puntos vale. En otros, valoran la amplitud del vocabulario además de la exactitud. Averigua cómo se puntúa el test de inglés que vas a hacer y decide con antelación cuál va a ser tu estrategia de respuesta, para no perder tiempo haciendo esos cálculos durante el examen.

Sea cual sea el examen de inglés que estés preparando, la forma en que estudies tendrá un gran impacto sobre tus resultados. ¡Estudia duro, pero sobre todo estudia bien!