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Cómo viajar de manera sostenible: guía para principiantes

Cómo viajar de manera sostenible: guía para principiantes

Viajar nos enseña a apreciar el mundo y su maravillosa variedad, pero también puede ser muy contaminante. Todos debemos reducir nuestras emisiones de carbono y cuidar mejor al planeta para asegurarnos de no causar daños irreparables al único hogar que tenemos. No hace falta que canceles tus viajes al extranjero, pero la próxima vez que planifiques un viaje, te proponemos que pongas en práctica nuestros consejos para viajar de manera sostenible.

Elige tu método de transporte

Empecemos con lo obvio: elige con sensatez el método de transporte. Es indudable que viajar en avión es más rápido, más cómodo y a veces más barato que viajar en tren, pero los aviones emiten mucho más dióxido de carbono (que contribuye al cambio climático) y óxidos nitrosos tóxicos que los trenes.

Hoy en día se puede llegar prácticamente a cualquier sitio en tren, así que te recomendamos que cambies tu vuelo por un viaje en tren, con el que además disfrutarás de las vistas. En Europa, por ejemplo, las redes ferroviarias son extensas y rápidas, por lo que los trenes eléctricos son una opción excelente y baja en emisiones de carbono, sobre todo en Francia, donde se genera alrededor del 75 % de la electricidad por medio de la energía nuclear, que produce muchas menos emisiones que los combustibles fósiles.

Compara las alternativas de viaje con la calculadora de emisiones de EcoPassenger’, así verás la emisión de carbono que se evitaría si haces tu viaje en tren en lugar de en avión.

Compensa tu huella

No todos podemos seguir los pasos de la activista climática Greta Thunberg, que optó por atravesar el Atlántico en barco en vez de volar a Estados Unidos. A veces volar es la única opción que tenemos. Aquí es donde entra la compensación del carbono. La compensación consiste en calcular cuánto dióxido de carbono produciría tu viaje e invertir un importe proporcional en algún proyecto dedicado a absorber o reducir el carbono en la atmósfera, para compensar tu «huella».

Con FlyGRN, puedes calcular las emisiones, buscar las rutas de vuelo de menos emisiones de carbono y compensar tu huella de carbono. Otros mecanismos de compensación incluyen proyectos de energías renovables certificados por Gold Standard y programas de reforestación dirigidos por Mossy Earth, que te envían fotos de los árboles que ayudas a plantar.

Es importante que recuerdes que no existe la forma perfecta de calcular las emisiones con exactitud. Además, al haber tantos mecanismos de compensación, en particular de plantación de árboles, la compensación real del carbono no se produce hasta veinte años después, cuando los árboles han crecido del todo. Sigue siendo algo positivo, pero es mejor limitar las emisiones desde el principio.

Interactúa de la forma correcta

La sostenibilidad no solo consiste en reducir la huella de carbono, también implica facilitar que las comunidades que se visitan puedan tener un futuro sostenible. Hay varias formas de hacerlo, como, por ejemplo, alojándote con una familia anfitriona cuando estudies en el extranjero, comprando souvenirs fabricados por artesanos locales, y comprando en mercados locales en lugar de grandes supermercados. De esta manera, el dinero que gastes se quedará en la comunidad local, lo que impulsará su economía y fortalecerá su crecimiento.

Cuida de la vida salvaje

Puede resultar incómodo saberlo, pero muchas de las actividades turísticas que se hacen con animales tienen efectos muy negativos en los animales implicados. EF Education First es la primera empresa de viajes de educativos en comprometerse a que sus viajes sean respetuosos con la vida salvaje. Colaboramos con World Animal Protection y hemos implementado nuevas directrices en materia de bienestar animal en toda la empresa. Eso significa que los viajes ya no incluirán actividades relacionadas con animales que no sean respetuosas con la vida salvaje, como, por ejemplo, actividades inapropiadas de montar en elefante o nadar con delfines, que a menudo ocultan prácticas de crueldad con los animales. Se dará prioridad a la educación y a las interacciones positivas entre las personas y los animales, así como al turismo sostenible ambientalmente.

Viaja más despacio

El viaje lento**, el arte de visitar uno o dos lugares durante un largo período de tiempo** en lugar de recorrer muchos lugares apresuradamente, es una forma de viajar fantástica y sostenible. Si te tomas tu tiempo para explorar algún lugar, no solo reducirás las horas de viaje en avión y otros medios, así como las emisiones de gases de efecto invernadero, sino que también interactuarás más profundamente con las comunidades y las ciudades que visites, algo que será tan bueno para ti como para el planeta. Sin ánimos de ser subjetivos, los estudios en el extranjero son también una forma de viaje lento.

Come de forma inteligente

Hay dos reglas en lo que respecta a la comida: compra productos locales y compra productos de temporada. Apoya a la agricultura local consumiendo sus productos y compra alimentos típicos de la temporada. Esos productos no se importan de otros países, por lo que su transporte implica menores emisiones de carbono. Intenta también reducir tu huella de carbono comiendo menos carne, ya que el sector ganadero es un importante productor de gases de efecto invernadero. No es necesario que te hagas vegano o vegetariano, pero la reducción del consumo de productos animales puede ser muy determinante.

Usa menos plástico

Con solo unos sencillos cambios en tu rutina, puedes reducir enormemente los residuos de plástico. Una de las cosas más rápidas y fáciles de hacer es usar una botella de agua de aluminio reutilizable. Por un poco dinero inicial, no tendrás que volver a comprar una botella de plástico, y puedes usar aplicaciones como Refill y Tap para buscar el punto más cercano para rellenar la botella de agua. También puedes prescindir de los aerosoles no reciclables y usar desodorantes sólidos naturales (resulta algo extraño al principio, pero son geniales) y champú, acondicionador y jabones sólidos.

¿Qué llevas en la maleta?

A todos nos gusta comprar ropa «imprescindible» para nuestro viaje, pero ¿sabes cuál es el coste medioambiental de tu ropa? La industria de la fast fashion (es decir, todas esas tiendas de marcas conocidas que te gustan) es responsable de una enorme emisión de gases de efecto invernadero., según algunas fuentes, de casi el 10% de las emisiones de carbono del mundo. También son responsables de la contaminación generalizada de ríos debido a las prácticas agrícolas de cultivo del algodón no orgánico y de los procesos de tintura no sostenibles.

Pero no es difícil hacer que tu guardarropa sea un poco más verde. Hay tiendas de ropa reciclada y de ropa de beneficencia donde puedes comprar prendas de segunda mano, y así dejar de alimentar a esa bestia interior que quiere ropa nueva. También puedes comprar productos en comercios sostenibles, como Rapanui, que solo usa algodón orgánico y tintes de escaso impacto ecológico, o en Econyl, que fabrica trajes de baño con plásticos reciclados. ¡Y no viajes con mucho peso! Cuanto más equipaje subas a un avión o a un tren, más combustible necesitará para el trayecto.

Elige con cuidado tu alojamiento

Al planificar unas vacaciones, es fácil dejarse seducir por las fabulosas fotos de los hoteles de alta gama con todo incluido. Pero esos hoteles suelen consumir muchísima agua debido a la gran cantidad de toallas y sábanas que tienen que lavar, además de cargamentos de plástico para los frascos de tamaño mini de los baños. También suelen ser de propiedad extranjera, por lo que los beneficios no se reinvierten en la comunidad local.

Es mejor que te alojes en casas de huéspedes locales o en hoteles boutique. Busca establecimientos que tengan en sus sitios web los logos de Rainforest Alliance o Global Sustainable Tourism Council. Cualquier hotel puede decir que es sostenible, pero esas certificaciones independientes garantizan que lo son de verdad. Para conseguirlas, los establecimientos de alojamiento deben demostrar que tienen implementadas prácticas sostenibles, como, por ejemplo, de minimización de desechos o minimización del impacto en el medio ambiente, o que son respetuosos con el patrimonio cultural de la zona y dan su apoyo a las iniciativas de conservación para proteger la vida salvaje local.

Si tu estancia va a ser más larga, por trabajo o por estudios de idiomas, puedes vivir con una familia anfitriona o en una residencia de estudiantes. De esta manera consumirás menos recursos y los compartirás con más personas.

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